Nuestro ciclo de crecimiento y sanación continua en la Comunidad Ikigai esta semana con la propuesta para reflexionar acerca de la sostenibilidad de nuestro propósito de vida.
El lunes compartí el artículo de mi blog: El factor oculto del Ikigai: la Sostenibilidad
El martes realicé la siguiente propuesta:
Aquello que te resuena es un compromiso con tu alma.
¿Escuchas a tu alma? ¿Sabes qué señales te da? ¿Cómo es su lenguaje? ¿Sabes cómo distinguirla de la voz de tu ego?
Es crucial para cumplir con nuestro Ikigai.
Si no lo has hecho ya, te recomiento que veas el webinar que di para mejorar tu Intuición:
Utiliza la intuición como brújula en tu vida
El miércoles publiqué el vídeo de la semana en el que continuamos reflexionando sobre la sostenibilidad de nuestro propósito de vida y el futuro de nuestro Ikigai:
Esta es la transcripción del vídeo:
Cuando quieres descubrir cuál es tu Ikigai, tu Propósito en la vida, te preguntas cuál es tu pasión, qué te gustaría hacer el resto de tu vida, que te permita desarrollar tus dones dando un servicio de valor a tu comunidad y que además te permita vivir del mismo.
Hoy quiero profundizar en el aspecto del servicio a tu comunidad para poderle dar una nueva dimensión: la de la sostenibilidad en el tiempo, es decir, plantearte tu ikigai en el futuro. Para ello vamos a ver cómo puedes tener en consideración la situación actual y la evolución del planeta, para elegir qué tipo de servicios ofrecer y de ese modo, enfocarte en una actividad que pueda colaborar en su equilibrio, para que entre todos podamos hacer de éste un mundo mejor.
Soy Diana Árbol de Ikigai Healing y hoy quiero inspirarte dándote cierta perspectiva de la situación actual y cómo tu Ikigai puede encajar en ella.
Nuestro mundo está cambiando rápidamente y en la próxima generación, en el 2050 seremos ya 10.000 millones de personas compartiendo planeta. En el artículo que os compartí el lunes pasado en el grupo de Facebook Ikigai Healing os proponía ver dos charlas de TED donde se expone precisamente este tema: qué vamos a hacer ahora teniendo en cuenta que la población del planeta está multiplicándose exponencialmente y que los recursos son limitados.
En ambas charlas se propone una visión parecida: que tengamos en cuenta nuestra aportación al planeta con las decisiones que tomamos en nuestro día a día, como también en nuestra profesión, por eso la elección de nuestro ikigai es crucial para saber cómo será nuestro impacto a la larga.
En una de las presentaciones, se habla de la tecnología y cómo ésta puede utilizarse para agotar los recursos naturales y la otra posibilidad es descubrir técnicas de reciclaje que nos permitan vivir en harmonía con el planeta sin ser una plaga devastadora.
La otra charla expone la importancia de confrontar y solucionar varios de los desafíos más graves y de fácil solución de nuestro planeta: la prevención de las enfermedades que más muertes causan al año con una simple mosquitera. La mejora de la calidad de vida de los animales en la industria ganadera o, mejor aún, yo añadiría, el paso a una alimentación universal basada en plantas: en productos de los árboles y hortalizas, que son mucho más ecológicos y sanos.
También plantean que actualmente se pierde un tercio del agua potable de las ciudades por fugas en las tuberías y que confrontando este problema, que aunque grave, nadie lo menciona y que además tiene una fácil solución, se ayudaría a una mayor sostenibilidad de uno de los recursos más importantes del planeta.
El último desafío actual de gravedad planetaria es el de la prevención de desastres apocalípticos debido a la proliferación de conflictos bélicos, de la bioingeniería, la inteligencia artificial y el cambio climático. Will MacAskill propone involucrarnos con nuestras donaciones, con nuestra carrera profesional o con nuestro voto a algún partido político que sí contemple la prevención de estos riesgos que pueden llevar a la erradicación de la vida en nuestro planeta.
Hoy quiero hacerte una nueva reflexión: si en el vídeo anterior te invitaba a imaginarte cómo serás cuando seas mayor, hoy quiero proponerte que te visualices en el futuro y en cómo deseas que este planeta sea para tu descendencia, para aquellos que todavía no están aquí, porque no tienen voz ni voto, pero nosotros estamos tomando decisiones sobre su futuro en estos momentos con todo lo que hacemos.
Así que te propongo que te sientes cómodamente por unos instantes, y que cierres tus ojos y respires varias veces profundamente. Relaja tu cuerpo y tu mente con cada respiración y deja que tu mente te lleve al año 2050 o incluso al 2200. Deja que tu imaginación fluya, y cuando empieces a situarte en ese posible futuro, quiero que empieces a fijarte en los detalles: cómo te imaginas que será? Como megaciudades futuristas donde la naturaleza brilla por su ausencia, los recursos naturales se han agotado y la diferencia social es insalvable? O en comunidades donde premia la consciencia, la solidaridad, el respeto y la armonía con el medio ambiente y con nuestros congéneres? En qué lugar preferirías vivir?
Las decisiones que tomamos ahora decidirán ese futuro, por eso quiero preguntarte, ¿qué se te ocurre que puedes decidir hacer hoy para que el cambio suceda? A veces son decisiones pequeñas, pero de gran valor y otras que pueden llegar a implicar nuestro Ikigai.
Comencemos por lo sencillo: Te propongo una serie de medidas que pueden colaborar a realizar ese gran cambio en el futuro: por ejemplo, revisar que no haya fugas de agua en tu casa o allá por donde pases. Que tu alimentación se base lo más posible en productos vegetales locales, frescos y de temporada, que ayudarán a mejorar tu salud y a salvar las vidas de muchos animales. O que vayas a comprar con tus propias bolsas y consumas la menor cantidad de plásticos o materiales no reutilizables posibles.
También puedes tomar otro tipo de decisiones que impliquen cambios quizá más profundos en tu vida, como por ejemplo, que elijas vivir en una comunidad rodeada de naturaleza, para que encuentres a personas afines a ti y que juntas podáis mejorar vuestra calidad de vida y la de vuestro medio ambiente. O que elijas a los representantes políticos que defiendan el diálogo y la protección de la vida y de la familia, es decir, del planeta y de todos sus habitantes.
Respecto a tu ikigai te propongo que reflexiones sobre cómo tus sueños pueden impactar a nuestro ecosistema a la larga y si pueden colaborar en su conservación o en su destrucción. Entiendo que no es una visión fácil de tener, solo pregúntate, qué necesitas para llevarlo a cabo, y si esos materiales a la larga son sostenibles, o por ejemplo, promueven el consumo de recursos agotables, provocan el uso de transporte basado en carburantes poco ecológicos o el desequilibrio de algún ecosistema.
Y si es así, te animo a que reflexiones sobre tu propósito y lo veas desde esta nueva perspectiva, más a la larga y que el factor del ikigai que implica aportar algo de valor a la sociedad, tenga en cuenta cómo puede afectar globalmente a nuestro desarrollo como especie e incluso, su impacto a todo el planeta.
Muchas gracias por acompañarme en esta reflexión y me encantaría leer tu opinión en los comentarios o verte en nuestra comunidad Ikigai Healing en Facebook. Puedes también visitar mi web dianaarbol.com, donde puedes registrarte para recibir mis actualizaciones.
Te mando un fuerte abrazo, y te deseo lo mejor.
Te ha hablado Diana Árbol de Ikigai Healing. Namasté.
El jueves os animé a seguir reflexionando sobre cómo podemos ayudar a los demás a cumplir sus sueños y cómo esto puede formar parte de nuestro propio Ikigai.
No solo puedes hacer que tus sueños se hagan realidad, sino que con tus actos de bondad y tu alma plena de amor, también puedes ayudar a hacer realidad los sueños de alguien más.
El viernes compartí el siguiente vídeo:
Cuando meditamos sobre cuál será nuestro Ikigai, muchas veces lo vemos como un oficio o vocación, algo con lo que ganarnos la vida, que nos apasione, seamos buenos en ello, nos ayude a ser prósperos y aportemos algún valor a nuestra sociedad. Todos son factores imprescindibles, pero hay ciertos aspectos que pueden escapársenos cuando pensamos solo en que debe ser nuestro «trabajo» o algo que nos haga ricos y famosos.
Y es que, hay que tener en cuenta, qué sucederá en el futuro con ese Ikigai: ¿seremos realmente felices cuando seamos octogenarios?
El lunes te invitaba a reflexionar sobre la sostenibilidad de ese Ikigai teniendo en cuenta toda la Humanidad y su futuro. Con el siguiente vídeo te invito a reflexionar sobre aquello que te mantendrá más feliz y san@ hasta el fin de tus días: relaciones de calidad.
Sábado de música inspiradora:
Como cada sábado, os comparto una canción que me motiva y me resulta inspiradora. ¿Qué canción o melodía te ha inspirado esta semana?
¿Y a ti? ¿Qué música te inspira? ¿Qué canción te tranporta y te llena de motivación?
Y el domingo de reflexión:
¿Cómo puede ayudar tu Ikigai a crear un mundo mejor?
¿Tu propósito de vida consigue mejorar la calidad de vida de los demás? ¿Tus servicios son sostenibles en el tiempo? ¿Benefician al planeta en su totalidad?
Escribe tus reflexiones en los comentarios y compártelas con la comunidad.
¿Qué te han parecido los contenidos de esta semana? ¿Qué es lo que más te ha gustado?
PARTICIPA Y COMPARTE TUS REFLEXIONES EN LOS COMENTARIOS MÁS ABAJO O EN LA COMUNIDAD IKIGAI HEALING
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